En un principio, solo existían las Tinieblas (la Nada) y la Gran Voluntad. De pronto, esta última desato la fuerza de la Creación y se hizo la Luz. La vida comenzó a surgir, siendo creados los Ángeles en primer lugar, que difundieron la luz en el hasta entonces obscuro universo. Sin embargo las Tinieblas, para defenderse de la luz, crearon a sus propios hijos, utilizando la misma fuerza del Big Bang, y así fueron creados los Antiguos, los Primeros Demonios.
Los Hijos de la Tinieblas, entraron en lucha contra los ángeles que llevaban la luz al Universo. Aunque los primeros eran débiles contra la luz que sus enemigos portaban, se las arreglaron para luchar de igual a igual
Esta batalla, duro millones de eones, y durante esta, la Creación seguía su curso. Muchas razas nacieron durante la Gran Guerra, incluyendo a los humanos, hijos de Adán y de Eva.
Durante el conflicto, varios ángeles traicionaron al Creador, y se pusieron de parte de los Antiguos, para sus propios beneficios. Estos ángeles rebeldes fueron llamados ángeles Caídos, o Negros.
Además, varios humanos fueron corrompidos por el poder de las Tinieblas, dando lugar a los Vampiros y Hombres Lobos. También fueron victima de ellos otras razas, como los Elfos, que dieron lugar al surgimiento de los Elfos Negros o Drows.
Una raza más surgió. Una raza más poderosa que los propios Antiguos. Esta raza, estaba compuesto por seres mitad Antiguos, mitad humanos. Tenían el poder de los Antiguos, pero la inmunidad a la luz de los humanos. Estos seres fueron llamados “Titanes”.
Los Titanes, era 12 hijos de Adán y Lilith, una poderosa y astuta Antigua. Los Titanes, lograron que el empatado conflicto, se volcara a favor de las Tinieblas. Ante la inminente derrota de la Luz, los alquimistas de todas las razas, y los ángeles, crearon 12 armas, cada una derrotaba a un Titán específico. Al unirlas, creaban una Lanza de Luz, tan poderosa, que con ella se lograría derrotar a todos los Antiguos.
El escenario final para la batalla, fue Armaggeddon. Allí, se reunieron en una batalla épica, de los cuales, la mitología es la que conserva mayores recuerdos.
Solo un Elegido, un héroe lleno de fuerza, valor e inteligencia, podía hacer uso de la fusión final de tan poderosas armas. Este héroe, fue humano, y los humanos lo llamaron Raiden. Sus aliados, seres que luego fueron llamados Dioses, empuñaron 11 de las armas, para derrotar a los Titanes. Raiden, uso el arma restante, para derrotar a su líder, y luego, la poderosa Lanza, para derrotar al resto de los Antiguos de una sola vez.
Con la Lanza de Luz, se logro desterrar a todos los Antiguos a otra dimensión. Pero los Titanes eran otra cuestión. Ellos eran tan poderosos, que solo pudieron sellarlos dentro del planeta. Pero la Guerra no acabo con esta victoria, ya que el conflicto prosiguió en Armaggeddon. Los sirvientes de los Antiguos, se convirtieron en los nuevos Demonios, y junto con los Caídos, Vampiros, Hombres Lobos, y otras razas corruptas por el poder de la Obscuridad, hicieron la guerra a las demás razas. Estas ultimas, a su vez, tuvieron conflictos entre si.
Los poderes en confrontación, amenazaban con destruir al Planeta, situación que ni siquiera se había logrado en el Gran Conflicto. Prueba de ello, fue una series de catástrofes ambientales, que terminaron destruyendo civilizaciones. Entonces, el Ser Supremo quiso acabar con el conflicto, pero por un error, por dejarse llevar por la ira, creo la gran inundación, desapareciendo los demás continentes, dejando solos los que se conocen ahora.
Los Reyes, y Representantes de cada raza pactaron dividir equitativamente el territorio que quedaba, y permanecer en paz. Pero la ambición, la envidia y la violencia, no son únicamente patrimonio de la Humanidad, y si bien las disputas internas no han alcanzado el nivel de otros tiempos, no por eso dejan de existir.
Y mientras, los Titanes siguen durmiendo, esperando el momento de su despertar, en el momento en el que el mundo se vuelva a sumir en el caos.
Las armas de los 12 héroes también están durmiendo esperando el momento en el que nuevamente sean necesitadas.